septiembre 15, 2009

¿A quién le dices "La Monstruo"?

Las Madrastras son una tribu secreta, porque son juzgadas duramente.
Por Wednesday Martin, Ph.D.

En los últimos cuatro años, investigué y escribí mi libro “Stepmonster” [La Monstruo], y también discutí con todos los involucrados en su producción sobre el título. Mi agente, cuyo esposo tuvo una madrastra, dijo que era "demasiado miedoso". La editora de adquisiciones, una hijastra de por sí, estuvo de acuerdo que el título era "provocativo", y no en el buen sentido de la palabra. En los meses inmediatos antes de la publicación, la gente de RR.PP. y marketing decidieron cambiar el título por algo más vendible, como "Stepmothering" [La Madrastra].

Algunas personas no entienden la ironía. O la realidad de las madrastras. Obstinadamente me centre a "Stepmonster" [La Monstruo] porque la verdad es que la madrastra se asocia a una mujer emparejada o casada con un hombre que tiene hijos de una relación anterior con quienes lucha. Y gran parte de esta lucha ha sido por el concepto de mismo de madrastra.

Puede que se refiera a sí misma en una amarga broma como “la monstruo” después de sentir-y-ser excluido por el marido y sus hijos, sintiendo el fogonazo del miedo de que su hijastros podrían llamarla "monstruo" si es que ella se lo confirma a sí misma en su propia casa; preguntándose si su pareja la considera así cuando se las arregla para decirle que ella preferiría no ver a sus hijos este fin de semana; entrando a fuego lento en la ansiedad porque siente que "debería" amar a los niños que le son hostiles y la rechazo a ella durante meses o años, o experimentado la incómoda sensación de ser juzgada más duramente por los suegros, otros parientes y los maestros de la escuela de los niños, incluso con sus propios amigos, una vez que ella venga a habitar el extraño y alienante papel de la madrastra.

Las madrastras son juzgadas por sus hijastros y por el mundo entero, mucho más que a los padrastros, lo dicen los investigadores de familia reconstituida incluyendo a Constanza Ahrons, Mavis Hetherington, y James Bray. Y, probablemente, van por un largo camino hacia la explicación de por qué ellas son una tribu altamente secreta, donde la confianza se tiene que ganar y las revelaciones no llegan rápida o fácilmente. ¿Y por qué?, una vez que lo hacen, prevalece el humor negro y los chistes satiros.

"He oído que estás escribiendo un libro llamado Stepmonster [La Monstruo]. Definitivamente soy una de esas," me escribió una mujer. Una psiquiatra que ha dedicado una gran cantidad de tiempo y energía en ayudar a su hijastra, una niña que ocasionalmente está enfadada y alienante con serios retrasos en el aprendizaje y desarrollo, la Dra. D. no tenía nada de malo. Y, sin embargo, porque ella a veces sentía a la ex de su marido y la hija del marido, aseguraba que era la monstruo. Otras mujeres que entrevisté hablamos típicamente de grandes cosas acerca de cómo eran los niños con sus parejas durante una media hora antes de permitir que sepan la verdad: ser una madrastra fue duro, y no siempre satisfactorio, me dijeron, y el resultado, incluso a largo plazo, a menudo no era lo que ellas habían esperado.

Pero las más afortunadas descubrieron que podían tener relaciones imperfectas pero suficientemente buenas con los niños y llegar a un próspero y satisfactorio matrimonio. Esta constatación parece depender del grado de aceptación que tienen ellas mismas al encarar el juicio y rechazo de las madrastras. Y una vez que se contrarreste esta necesidad de aprobación de los que no tienen idea de lo que son las mujeres con hijastros, y también de cómo se refirieren ellas mismas, lo veran con un ojo astuto, como "la monstruo".

Sabemos mucho acerca de cómo el volverse a casar con niños afecta a los propios niños, y en los tres estudios longitudinales más recientes sobre familias reconstituidas se han centrado en las familias del padrastro. La realidad de la madrastra, un nuevo matrimonio con niños desde el punto de vista de la madrastra, es la pieza del rompecabezas que falta actualmente. Durante las próximas semanas y meses, voy a publicar aquí acerca de la realidad madrastra. No nuestras fantasías colectivas sobre quiénes son las madrastras, ya sea egoísta, cruel o “las monstruos” abnegadas, o como se impulsan a las mártires, no nuestras ideas de cómo debe sentirse madrastras, o cómo deben actuar. En lugar de charlas, seran recetas simples para el éxito, y las acciones de cesación que pone la felicidad de los hijos del marido antes de la suya, las mujeres con hijastros merecen compasión, no mirar el juicio de las circunstancias y también algunos consejos acerca de cómo navegar con ellos. Espero que, los hijastros adultos, y los hombres que las hicieron madrastras los encuentren aquí.

Traducido por Juan Boyer

Who You Callin' Stepmonster?
Stepmothers are a secretive tribe, because they're judged so harshly
September 15, 2009, Gender
http://www.psychologytoday.com/blog/stepmonster/200909/who-you-callin-stepmonster

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